El 9 de julio de 1816 se reunieron en Tucumán representantes de distintas provincias para declarar la independencia definitiva de España y de cualquier otro país extranjero. Aunque el proceso había comenzado con la Revolución de 1810,
era importante firmar un acta que diera origen a la Nación libre y evite las intenciones del rey de España por recuperar sus colonias.